Creemos que el valor surge de un proceso reflexivo y el cruce de las distintas visiones y experiencias sectoriales, más  que de la información que,  en muchas ocasiones,  es de fácil disponibilidad o simplemente constituye un commoditie.

En las empresas actuales se cae permanentemente en temas rutinarios  y urgentes  y no se da el tiempo de discusión y análisis para  generar los focos correctos con una búsqueda sistemática de antecedentes, lo que conduce a tomar decisiones erradas o a omitir escenarios estratégicos que pueden ser claves para su futuro en un momento dado.

– Existe más información de la que uno cree y, en ese sentido,  es importante hacer una búsqueda  sistemática de la información disponible en los distintos formatos y medios. Más importante aún es la generación de redes que permitan discusiones donde la diversidad de puntos de vistas se haga presente.

– Es necesario lograr o incorporar un conocimiento multindustria. Para esto, el pasar por otros rubros o contratar personas que vengan de distintas industrias, enriquece el conocimiento y el debate. Evaluar permanentemente la forma de analizar y hacer las cosas es la clave,  normalmente tienen que ver más con la historia que con condiciones estructurales de la empresa, el mercado y la industria.

– Los análisis estratégicos que llegan a conclusiones y acciones concretas, son aquellos que son discutidos y consensuados con los equipos que posteriormente las ejecutarán. Las grandes implementaciones estratégicas no surgen de mentes iluminadas, si no de trabajo en equipo donde la diversidad y la capacidad de escucha en todos los niveles jerárquicos es la fundamental.